Teoria y tecnica del automovil

martes, 30 de noviembre de 2010

Nissan Leaf 2011













El reto de Nissan fue lograr que el Leaf tuviera cabida en todos los mercados dispuestos apostarle a una nueva tecnología (y cuando decimos nueva no nos referimos al uso de la electricidad para moverse, sino al concepto de auto eléctrico que debe tenerse hoy en día), y es que todo tiene un por qué.



Para empezar es un hatch compacto, uno de los segmentos de mayor aceptación en el mundo automotor, prácticamente cualquier país en el planeta tiene modelos similares en tamaño, espacio interior y desempeño, sin olvidarnos de que además su costo permite “popularizar” dicho segmento; vaya, casi todas las marcas de volumen ofrecen un coche de este tipo. Por otro lado, el Leaf ofrece un diseño poco comprometido. Basado, sin lugar a dudas en el Tiida o Versa para algunos mercados, y Nissan tiene experiencia en hacer autos globales.


El diseño cumple con ofrecer la menor resistencia aerodinámica posible, además de mantener los estándares de calidad y seguridad a nivel mundial. Suena fácil, pero incluso la marca estuvo dos años trabajando en los sonidos que debería de hacer el auto cuando estuviera, por ejemplo, circulando en un estacionamiento. Lo silencioso de su sistema de propulsión le juega en contra en materia de seguridad con peatones, aunque eso quedó resuelto con un delicado pero muy efectivo


Si toda la cadena le funciona a Nissan, no sólo habrá muchos Leaf, sino que sus planes son el de lanzar por lo menos 4 modelos más en los siguientes 3-4 años: un auto de trabajo, un crossover y un “coupé like” para Nissan, además de un coupé o deportivo de alto desempeño para Infiniti. Sin duda, esta nueva era de autos eléctricos no tiene qué ver con los inicios del automóvil hace más de un siglo.


El auto acelera, frena y se maneja tan bien y de manera tan sencilla como cualquier otro de Nissan. En situaciones de aceleración máxima puede sentirse como un cuatro cilindros muy potente o muy cerca de un V6 a, quizás no tenemos esa sensación porque no vamos acompañados del característico ronroneo de los motores comunes.


Criticas para los eléctricos hay muchas, beneficios, otro tanto. Quizás la piedra en el zapato del Leaf serán los tiempos de recarga y autonomía del auto. En el mejor de los casos, con 30 minutos se conseguirá una carga completa del paquete de baterías, en los sistemas de recarga rápida (que para el siguiente año no representarán ni el 1% de las estaciones totales que se están instalando), para el resto de las conexiones eléctricas, se tardarán 7 horas en cargarse en una toma de 240v y el doble en una de 120 v.


Se tendrá que pasar saliva ante los que estén en contra y que efectivamente tienen razón con argumentos como el tiempo y una autonomía que puede ir entre los 70 y los 200 km, dependiendo de las condiciones de manejo, uso del aire acondicionado e incluso, la temperatura exterior, pero estamos seguros que quienes adquieran este auto entienden, valoran y respetan las características del mismo.


El Leaf es un coche que llegará a personas que estarán (estaremos) dispuestos a modificar nuestros patrones de “consumo” de movilidad para beneficiar o mejorar el desempeño del auto. El Leaf, a pesar de que busca popularizarse, lo hará pero bajo otro régimen de comportamiento o, mejor dicho, de comprador. Tiene su clientela ahí afuera esperando, con más de 22 mil personas pensando en comprarlo tan sólo en los Estados Unidos, con gobiernos interesados en sumar votos beneficiando la llegada de este tipo de coches a sus ciudades, estados o países, porque el Leaf, tal y como lo hicieran los primeros híbridos, tendrá un discurso tácito en las caras de quienes lo conduzcan, se estacionen afuera del restaurante moda en Sunset Boulevard o lleven a sus hijos a la escuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario